La Caja Mágica de Cartón

Al recibir un paquete usualmente lo primero que hacemos es deshacernos de la caja para llevarla a reciclar, especialmente después de las fiestas o cuando nos mudamos pues nos llenamos de cajas. ¿Pero sabías que esa caja que tienes puede ser el mejor juguete para tu niño?

Creo que como padres, muchas veces, no nos damos un tiempo para relajarnos con nuestros niños por el estilo de vida tan agitado que llevamos y los electrónicos son los que interactúan con nuestros hijos para que no se aburran. ¿Pero te has puesto a pensar que en los momentos de aburrimiento es cuándo más se desarrolla la creatividad e imaginación?

Recuerdo que cuando mis hijas tenían unos dos años y medio, habíamos comprado un electrodoméstico relativamente grande y usamos su caja para jugar. Justo tenía el  libro ilustrado “Not a Box/No es Una Caja” de Antoinette Porits que sirvió para complementar el juego con nuestra caja de cartón. Al terminar el libro, ellas tenían ideas en qué se podía convertir nuestra caja. Ellas se entretuvieron con la caja toda esa semana.

Primero fue un autobús con ruedas de cartulina negra, ventanas y puertas dibujadas con crayolas y luces pintadas con témperas.

Luego fue una cadena de montañas imitando la Cordillera de los Andes. Tuvimos que sellar bien la caja con cinta adhesiva de embalaje; por suerte tenía otras dos cajas más pequeñas que pusimos a cada lado. Una vez que estaban bien selladas las pusimos juntas, la caja más grande en el medio para formar la cadena de montañas que le habíamos dibujado un triángulo. Se divertian mucho subiendo encima de las cajas.

Finalmente hicimos una casa. Nos divertimos mucho haciendo nuestra casa de cartón. Fue difícil cortar el cartón de forma cuadrada y rectangular para hacer la ventana y la puerta respectivamente, pero al final logramos terminar nuestra obra maestra. Ellas hicieron toda una obra de arte pintando la caja con crayolas de diferentes colores y poniéndole muchos stickers o calcamonías en la puerta.

A veces de las cosas más simples, pueden salir actividades que enriquecen la creatividad e imaginación, el lenguaje y  mejoran el vínculo afectivo y social de nuestros niños. Te invito a qué conviertas una caja en tu juguete favorito y me cuentes como te ha ido.

Te dejo el enlace del libro “Not a Box” en su versión en inglés. No encontré la versión en español pero es un libro ilustrado así que en realidad no necesitas dominar o conocer el idioma inglés para entenderlo.